¿Puedo continuar amamantando a mi bebé una vez que comienza la dentición?
¡Claro que sí! La dentición puede presentar nuevos desafíos, pero la leche materna continúa siendo el mejor alimento para tu bebé. A veces, cuando los dientes se mueven dentro de las encías y cuando finalmente cortan a través de ella, tu bebé puede encontrarse molesto e incómodo. Amamantar en estos casos puede ayudar a superar esos tiempos difíciles. La Academia Americana de Pediatría (AAP) alienta a las madres a amamantar como mínimo durante un año y continuar luego hasta que el bebé y la madre lo deseen. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar un mínimo de dos años. Ambas organizaciones conocen los beneficios que provee la lactancia prolongada tanto para el bebé como para su mamá y entienden que con la técnica y enfoque correctos, esta nueva situación será manejada de forma favorable para ambos.
Es importante recordar que cuando el bebé está mamando, su lengua se extiende más allá de su encía inferior para poder traer el pezón hacia el interior de su boca. Esto ayuda a proteger al pezón de los nuevos dientes. Los labios del bebé están evertidos (doblados hacia afuera) sobre la areola (la piel oscura alrededor del pezón) y son sus encías las que comprimen dicha areola lejos del pezón en sí.
Generalmente el bebé siente molestia cuando los dientes se mueven por debajo de la encía preparándose para salir. La presión en las encías puede ser muy molesta, morder algo firme puede hacerlo sentir mejor.
A continuación hay algunos consejos que han resultado efectivos:
Antes de amamantar
- Ofrecer una toalla congelada o una toalla envolviendo un cubito de hielo. Esto puede adormecer las encías, permitiendo una mejor prendida al pecho antes de que las encías vuelvan a molestar.
- Masajear las encías con un dedo limpio.
- Extraer manualmente un poco de leche para estimular la bajada. Esto puede ayudar al bebé a alimentarse más rápidamente.
Mientras se amamanta
- Prueba diferentes posturas (Vea Positioning FAQ, Preparándose para dar el pecho). Cambiar los puntos de presión puede resultar más cómodo para sus pezones. Recuerda a tu bebé abrir bien grande la boca. Inclina la cabeza del bebé ligeramente hacia atrás. Esto te permitirá chequear la prendida del bebé, tal como lo hacías cuando recién estaban aprendiendo luego del nacimiento.
- Observa la mandíbula de tu bebé. Muchas madres comentan que generalmente hacia el final de la sesión pueden sentir como el bebé aprieta la mandíbula o corre la lengua. En ese momento se puede apartar al bebé y ofrecerle una toalla húmeda o un mordillo, así el bebé puede resolver la molestia de esa manera. Luego de unos minutos, se puede retomar la sesión de lactancia.
- Observe si el bebé se está poniendo más inquieto. Esto puede ser una señal de que está por cerrar las encías. Interrumpe la succión y juega un poco u ofrécele una toalla o mordillo. Luego retoma la sesión en el otro pecho si el bebé continúa pidiendo.
- Algunas madres han encontrado que tan solo con decir el nombre del bebé o abrazarlo lo distraen de la intención de morder. Otras utilizan alguna palabra o frase clave como “sin morder” o “no mordemos” mientras interrumpen la succión para ayudar al bebé a entender la acción y su consecuencia.
Después de amamantar
- Si el bebé llega a morderte el pecho, interrumpe la succión inmediatamente y entrégale al bebé una toalla fría o un mordillo. Si vuelve a pedir, ofrécele otra vez el pecho pero no reintentes si muerde nuevamente. Encuentra otras formas de reconfortarlo. Lea Biting FAQ
- Evita los biberones y chupetes, dado que estos elementos no protestan al ser mordidos. Si tu bebé recibe biberones mientras están separados por el trabajo o la escuela, hazle saber a la persona que lo cuida que éstos deben evitarse. Si el bebé ya es lo suficientemente grande puede usar una taza para sorber o una taza con una pajita, esto puede ayudar, siempre y cuando el bebé tampoco se le permita morderlos.
- Te debes estar preguntando si deberías continuar amamantando si, a pesar de todas las ideas mencionadas previamente, el bebé muerde lo suficientemente fuerte como para lastimarte la piel. La respuesta es sí, Solo asegúrate de mantener el área limpia lavándola con jabón y agua. Puedes consultar con tu médico por medidas adicionales, como la aplicación de una crema antimicrobiana, por ejemplo. Aplicar alguna crema con lanolina puede resultar aliviador.
También puede ayudar recordar que ésto es temporario y que como toda etapa, que atraviesa un bebé o niño, no dura para siempre. De todos modos, puede repetirse cada vez que aparezcan nuevos dientes. Es reconfortante para ambos saber que las técnicas para calmar al bebé servirán incluso cuando aparezcan los dientes de más atrás. Si bien seguramente no vayan a causar dolor directamente sobre el pezón, ésto continuarán siendo de ayuda. Tus cálidos brazos, la reconfortante tranquilidad de tu leche y el confort de la sesión de lactancia ayudarán a tu bebé a superar estos tiempos difíciles.
Si todavía experimentas dificultades luego de probar las sugerencias mencionadas, contacta a una Líder de Liga de La Leche de tu localidad, quien te brindará apoyo e información durante este momento en la vida de tu bebé.
Recursos
El Arte Femenino de Amamantar. 8va edición, Liga de La Leche.
American Academy of Pediatrics Policy Statement on Breastfeeding and the Use of Human Milk.
World Health Organization Global Strategy on Exclusive Breastfeeding.
Traducido por:
Mercedes Pascual, LLL Argentina
Revisado por:
Marcela Jurquiza, LLL Argentina
Alejandra Elena, LLL Argentina
Silvina Belluccini, LLL Argentina
Amaranta Avendaño, LLL Argentina